Como es bien sabido todo inicio es difícil, cada empresa o emprendedor tiene una serie de retos de gran importancia para poder llevar a feliz término su proyecto de ventas. A su vez, es importante los costos de inversión y los riesgos de correr con gastos extras o adicionales. Un ejemplo de estas situaciones son aquellas pequeñas empresas que ofrecen servicios y productos. En algún momento se han encontrado en la disyuntiva de si vender ellos mismos o contratar un vendedor.
La realidad es que cuando se comienza no sólo no tienes mucho dinero para invertir en un vendedor. Por lo tanto, es inevitable extremar las medidas para tener el control sobre sus movimientos. Al menos que seas una empresa más parecida a una corporación que a un negocio de profesionales independientes.
TÚ NO VENDES, ES TU CLIENTE QUIEN COMPRA.
Toma en consideración que tú no eres quien vende, realmente es el cliente quien compra tu producto. El cliente es quien decide si comprar o no tu producto. Adoptar un servicio de gran atención y entrega a tu cliente no depende solamente de ti. La decisión de tu cliente es fundamental para poder dar continuidad a la relación comercial. Si bien, el cliente tiene el poder de tomar decisiones fundamentales.
LAS VENTAS SON UNA OPORTUNIDAD PARA CONOCER MÁS DE TU CLIENTE.
La venta es una excelente oportunidad para conocer más sobre tu cliente. Y cómo podrías ayudarle. Es por eso que debes lograr una conversación profunda. Mucho más enfocada en tu cliente y no en tus servicios. Si logras conocer más sobre la necesidad de tu cliente, esto cambia el enfoque con el cual ofreces tus servicios. Dándole valor a conversación aún si tu cliente no te compró.
TU CLIENTE NO ES ADIVINO.
Es habitual pensar que como los productos o servicios son excelentes. Los clientes lo identificarán sin problemas. Piensa que tú estás trabajando con tus servicios día tras día. Y en una conversación de tal vez 20 o 30 minutos intentas transmitirle a tu cliente lo maravilloso que ellos son.
EL “NO” ES PARTE HABITUAL.
El rechazo es más frecuente de lo que te imaginas y debes acostumbrarte a él. Un gran error que puedes cometer es tomarlo como algo personal. En realidad, tu cliente no te está rechazando a ti ni siquiera a tus servicios. Simplemente está diciendo que en este momento NO es lo que necesita. O NO piensa que necesita justamente esto o NO puede acceder a él.